martes, 18 de mayo de 2010

USURUGAI EPILOGO II



El jinete espectral clavó su estandarte en el barro y acto seguido se adelantó hasta el extremo opuesto del puente mientras su corcel de pesadilla marcaba a fuego el suelo con sus cascos.
-que venís a buscar a este fuerte maldito?-la voz era firme y retumbó en la cabeza del grupo como el restallido de un látigo.
Se empezaron a mirar unos a los otros y de repente el paladín respondio-venimos en busca de Obishuan, la espada de Lord Donthor- el viento parecía llevarse sus palabras.
-Yo soy Lord Donthor y ésta es mi espada, Obishuan, la fuente de mi mayor desgracia-dijo desenfundando la espada larga de escueta empuñadura y poniéndola en su regazo.
-Si la quereis tendreis q venir por ella.-dijo a modo de amenaza, y espoleó suavemente a su montura hasta la mitad del puente.
Sin previo aviso el enano lanzó un grito desafiante y empezó una pesada carrera en lo que parecía q era una larga carga de guerra.
Lord Donthor descabalgo de su pesadilla de un salto, y azuzó a su montura con el plano de la espada contra el enano; cualquier otro se lo habría pensado al ver a una bestia enorme envuelta en llamas al galope contra él, pero Thorson se bajó el yelmo, agachó la cabeza, y apretó con firmeza el hacha de batalla. El choque parecía inevitable, pero en el último momento el enano saltó a un lado y apollado sobre una única rodilla lanzó un largo tajo al flanco de la criatura, una sangre viscosa siseo encima de la armadura del guerrero mientras éste rodaba por el suelo y se incorporaba en el mismo movimiento. Thorson se había quemado parte de la barba y sin duda su mirada luciría extraña sin pestañas ni cejas, pero tenía la satisfacción de ver como la bestia de media tonelada de peso rodaba entre chisporroteos por el puente empedrado.
Lo q no vió el enano fue como el caballero fantasmal se acercaba lentamente a él mientras lebantaba su mano izquierda y con un dedo lo apuntaba diciendo -muere.-
No lo vió pero lo sintión en el acto, su corazón se paró en seco mientras la sangre en sus pulmones se cristalizaba...el enano se giró a camara lenta buscando a su oponente, oía los gritos de sus compañeros en la distancia, como en un sueño... de repente topó con la cara de su enemigo frente a frente, su aliento era el aire quieto de las tumbas y su olor el de las flores dentro de los ataudes... con un pausado movimiento Donthor se separó del enano como sopesándolo, y al momento enarboló su espada contra él.
Thorson guiado sólo por la determinación de su alma y por su inquebrantable espíritu de supervivencia consiguió interponer el hacha entre ambos, el choque de armas fue atronador y dió como resultado que el enano saliera volando como una hoja en un vendaval, parando a caer al río.

El resto del grupo no había visto la escena como meros espectadores, Miko tensaba la cuerda mágica de su arco, mientras rebuscaba en su casi vacío carcaj; Dhamon sacó la figurilla de un unicornio de marfíl de uno de los saquilllos q colgaba de su cinturón, y empezó a frotarla. Riku el hechicero entonaba ensalmos cuyo objetivo era protegerse de las llamas de la pesadilla, q por otro lado empezaba a ponerse de pie y los miraba con ira en sus llameantes ojos.
Lo q nadie vió fue como Toshiro saltaba a un lado de la barandilla del puente y se parapetaba en los bajos del mismo, con las manos sobre el rostro.

La pesadilla corcobeó y se lanzó hacia el grupo dejando una estela de fuego de dos metros de altura q no se apagaba a su paso. De repente, entre la confusión, surgió una figura de brillante armadura montada sobre un imponente unicornio q cargaba hacía el oscuro corcel; el paladín había conseguido invocar a su montura.
Esta vez si hubo choque, entre la explosión de humo y ceniza se pudo ver como el cuerno del unicornio se clavaba profundamente en el pecho de la pesadilla, pero la inercia y la fuerza de la infernal criatura era mayor q la del unicornio, con lo que el paladín salió catapultado iendo a caer varios metros por delante de las monturas, su albo corcel se desvaneció en una voluta de humo, y él fue a parar a los pies del caballero de la muerte.

Donthor recibió al caballero con un golpe de espada descendete a dos manos, Dhamon rodó a un lado y se incorporó a duras penas mientras desenvaina su espada muy aturdido.

Al otro extremo del puente la pesadilla agonizaba mientras Miko le clavaba una sucesión de flechas en el lomo y el hechicero lanzaba sus azulados misile mágicos...la pesadilla nunca llegó a incorporarse y con un agudo relincho cayó al suelo. Acto seguido se desintegró en un montón de cenizas que barrió el viento.

El enano chapoteaba entre el cieno, sabía q no debía moverse, pero notaba como se hundía poco a poco, el barro estaba plagado de restos humanos, craneos y fémures asomaban en la superfie y sabe dios q aguardaría en el fondo. De repente descubrió con la vista a Toshiro escondido debajo del puente, se disponía a decirle algo pero el legamo le cubrío la boca, le miró suplicante un segundo y el barro se lo tragó.

Donthor hizo un giro completo con la espada buscando la cabeza del paladín, éste interpuso su espada y el golpe fue tremendo, casi le arrancó la espada de las manos y le dejó adormilado el brazo. Dhamon retrocedió y se dispuso a equipar el escudo q portaba en su espalda. El caballero de la muerte bajo la espada y esperó gentilmente. El paladín respiró hondo, agarró su escudo en la mano izquierda, entonó una plegaria, y su espada empezó a brillar con un resplandor radiante. Estaba preparado.

El enano se axfisiaba lentamente, la idea de morir no lo atemorizaba, había mirado a los ojos a la muerte muchas veces y ella había mirado en él, tenían una relación basada en el respeto, no en el temor. De repente una bocanada de aire entró en sus pulmones, cayó de rodillas en un duro empedrado tosiendo brutalmente...se limpió los ojos de barro y pudo ver q se encontraba de nuevo en el puente, veía por el rabillo del ojo como el hechicero había trazado un símbolo luminoso en el aire, y a la kitsune subida a la barandilla del puente mientras lanzaba una lluvia de flechas por encima de su cabeza. Se incorporó y vió al paladín cruzando el acero con el caballero de la muerte, un par de flechas estaban enterradas en el peto del funesto guerrero, si bien no hacía gesto de sentirlas.

Riku acababa de entonar la salmodia teleportadora q había sacado al enano de su tumba de limo, la magia como siempre se cobraba su precio y ahora se apoyaba cansado en el báculo. Siguió la batalla con la mirada y vió como el enano se lebantaba, se sacudia el barro y recojía su gran hacha del suelo, en ese momento se escuchó un estruendo y el paladín salió volando espectacularmente iendo a chocar con el desprevenido enano, acabando ambos por el suelo.
Riku alzó la vista y vió al caballero de la muerte en mitad del puente, varias astas de flecha asomaban por los resquicios de su armadura, mientras muchas otras le rebotaban como una lluvia de granizo en una teja; aquí y allí se le adivinaban cortes y melladuras, de las que salía un hilillo de humo negruzco. Lord Donthor parecía herido.

-hast dur balar.- entonó el caballero muerto, con la palma de la mano vuelta hacia ellos. Inmediatamente una diminuta bola de fuego surjió de ella y con un silbido salió disparada hacía el grupo.

A Miko no le quedaba más que una saeta cuando todo explotó en llamas, la suerte con las flechas había sido dispar, no era fácil acertar a un oponente cuando luchaba contra un aliado; aún y todo el dominio del arco por la kitsune era total, en sus cuentas había acertado seis veces, cuatro en el pecho, dos en el brazo de la espada y una en el yelmo, si bien la última lo unico q hacía era darle un toque cómico al caballero.
La explosión la pilló desprevenida, la magia ofensiva era desconocida para su clan, y aunq últimamente había aprendido un par de cosas, todavía era una salvaje comparada con el resto. El fuego lo inundó todo, la explosión vació de aire sus pulmones, la atrajo hacia delante y luego la despachó hacia atrás arrojándola varios metros del puente hasta caer pesadamente en el lecho del rio, mucho antes había perdido la consciencia.

Toshiro se acurrucaba debajo del puente mientras arriba se sucedían los acontecimientos; de repente hubo un resplandor seguido de una explosión. El tremendo ruido hizo q le pitaran los oidos y lo sacó de su aislamiento, miró a un lado, y mientras chorros de polvo provenientes del puente le caían encima, vió como la Kitsune transformada en una tea viviente se precipitaba contra el barro a escasos metros suyos, estaba muy malherida.

Riku conocía las palabras, la fórmula de la bola de fuego fue uno de los primeros hechizos q le enseñaron en Minamo, y eso fue lo q le salvó. Entonó rápidamente el conjuro de puerta dimensional y se teletransportó fuera del alcance de la inmensa llamarada. Cuando volvió a fijar su mirada en la batalla la escena era descorazonadora, todo el puente estaba socarrado, el paladín y el enano habían ido a parar al camino de piedra principal, parte de sus armaduras había desaparecido y la piel quemada se descolgaba como una fina tela.
Miko había desaparecido igual q la barandilla donde estaba subida antes de la explosión, eso no era buena señal.
Era el único que qdaba en pie, notó como la mirada del caballero de la muerte se clavaba en su espalda y se le erizaron los pelos de la nuca.
Pero el hechicero guardaba un as en la manga, todo el combate había reservado su conjuro más poderoso, sólo rezó para q le quedaran fuerzas para formularlo.
-Dastbaarth.-entonó, y un hormigueo le sacudió desde los dedos de los pies hasta la coronilla, un fino rayo de luz verde brotó de su dedo indice e impactó en el vientre de su oponente.
La luz verdosa se expandia por el cuerpo del caballero mientras iba desintegrando los restos de piel y carne que una vez formaron su cuerpo. El caballero incó una rodilla a tierra y se apoyó en Obishuan.
Pasaron los segundos y de repente con un grito de ultratumba Lord Donthor alzó la espada y un globo azulado surjió en torno a él envolviéndolo, la luz verdosa desapareció de sus entrañas disipada, y la sonrisa que se había dibujado en el rostro del hechicero se borró de inmediato.

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