sábado, 29 de diciembre de 2012

DE CABEZA AL ABISMO, INTRO

YUKORA era su nombre.
Los emisarios de Tyr había sufrido mucho para conocer tal nombre, el nombre del Bálor, el nombre del demonio abismal, cuyo cuerpo había sido poseído por ABARABONE a través de la PIEDRA-ALMA, el nombre de su mayor enemigo, del que se había convertido en su némesis.
Conocer el auténtico nombre de un demonio, era poseer un gran poder sobre el mismo. Así había sido como Tascar nelión había descubierto el paradero del demonio, usando el oraculo de obsidiana, había rastreado su nombre a  través de las multiples capas de la realidad y allí lo había encontrado, en la 99 capa del abismo, en un complejo que parecía la guarida de sus tropas. Si bien el complejo era inexcrutable hasta para tan poderoso artefacto, sin duda el demonio se alojaba allí.

Y al poco allí se encontraban todos, de cabeza al abismo; el grupo de heroes conocido como los emisarios de Tyr, era muy variopinto, un halfing llamado Angus solía encabezar el grupo, sus dotes como detector y desactivador de trampas eran reconocidas, si bien no podías esperar mucho de quien desaparecía entre las sombras ante el chillido de un roedor...el valor del mediano, o su ausencia, era también reconocida.
En la vanguardia podías encontrar a Zentx, el fornido minotauro era un guerrero consumado, con sus dos metros de altura, y quizá de anchura, su rojo pelaje, su espadón relampagueante y su sombra, eran lo último que habían visto muchos ojos.
En una posición cómoda se encontraba como siempre Toshiro, el humano a medio camino entre samurai, hechicero, y sobre todo bribón, no le gustaban las complicaciones, salirse con la suya era un arte en el q Toshiro era especialista.
Protegido por el grupo estaba Riku, el poderoso y esquivo hechicero humano aún se atabiaba tapando su rostro y cuerpo, si bien las horribles cicatrices y marcas de su entrenamiento hacía tiempo que habían sanado. El brazo muerto de un dios aferraba su vara de poder, el conjurador era capaz de hechizos increibles, pero a un alto precio.
Cerraban la formación la seductora Lussy, y la pizpireta Miko, eran tan opuestas como sus colores, la oscura drow confiaba su vida entera a su llameante espada y a su entrenamiento, era una atleta consumada capaz de partir en dos a un enemigo tanto con su espada como de una patada. La albina kitsune era una rastreadora, confiaba en  su arco y su increible puntería, era capaz de rasurar los bigotes a una mosca a 100 pies, si los tuviera.

Las directivas de Tascar Nelión habian sido claras, infiltrarse en la guarida, y destruir la gema-alma, liberando al Yukora y destruyendo a Abarabone. Para ello el sumo hechicero había entregado a Riku un poderoso pergamino disyuntivo q destruiría el artefacto impío y al resto de compañeros un arsenal de armas mágicas elaboradas con platino y oro, e imbuidas en la fe de Amaterasu, siendo éstas la mejor defensa contra los demonios q podían encontrarse.
La guarida debía estar protegida por numerosos encantamientos y glifos mágicos q defendían el complejo frente a incursiones, tanto físicas como mágicas. La teoría era sencilla, seguir esas lineas de poder hasta su fuente, y allí encontrarían al demonio.

Shadira la suma sacerdotisa de Amaterasu los había teleportado directamente al Abismo, un plano infernal en que todo eran maldad, ríos de lava, humo y cenizas. Se encontraban en la caldera de un volcán, en un pequeño balcón natural y delante de una pared de piedra. El calor les azotaba la espalda mientras el halfling buscaba la entrada secreta a la guarida.
Sus ágiles dedos no tardaron en encontrar unas pequeñas ranuras q dibujaban un contorno inapreciable, pero poco podía hacer, era cosa de magia.

El hechicero dibujo unos rapidos signos en el aire y unas lineas de luz rojiza dibujaron la puerta, así como numerables glifos de diferentes colores;  así de pronto descubrío q la entrada estaba guardada con una concha antivida, un conjuro de antipatía, un golpe de llama, y un muro de piedra.

Decidió hacer un intento de disipar magia, y eso fue una mala idea, la puerta tenía otras protecciones menos aparentes, el conjuro disipatorio había iniciado una reacción en cadena, el suelo tembló y una columna de fuego los engulló a todos, unos saltaron a un lado ,otros confiaron en sus amuletos protectores y otros simplemente se quemaron, mientras su mente era atacada por un conjuro paralizante, al mismo tiempo un gran muro de hierro se materializó delante de ellos. El muro no estaba bien asentado, poco a poco empezó a venirseles encima. Todos hicieron un gran esfuerzo por desatar su mente a la parálisis y la mayoría lo lograron y se echaron a un lado, pero el halfling no, veía con ojos aterrados como el muro se cernía sobre él....fue en el último momento cuando una sombra fugaz saltó sobre el mediano y lo arrastro fuera de peligro, el muro ferreo chocó contra el balcón con gran estruendo y polvareda,  gran parte de la balconada cedió precipitandose a la caldera de lava.

Cuando se asento el humo se pudo ver como la drow y la kitsune se mantenían de pie en lo poco que qedaba de cornisa junto al minotauro de cuyo pelaje salia cierto humillo, mientras Toshiro colgaba aferrado con una sola mano al otro lado de la puerta y la otra sujetaba al paralizado halfling.
Volando en mitad del vacio en el centro de la caldera y viendo la escena, se encontraba el hechicero, q en esos mismo momentos estaba pensando q entrar en la guarida no iba a ser trabajo fácil.

En esos mismos momentos y no muy lejos de allí unos ojos preciosos como el infierno se abrían de par en par, alguien había activado una alarma silenciosa en su cabeza. Jessikah la súcubo se incorporó en su gran y concurrida cama redonda, zarandeó a sus compañeras y con una sensual voz les dijo " preparaos chicas, no sé si hoy tenemos trabajo o placer..."

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